22 febrero 2025

Bienestar en animales de experimentación

Este tema, por una o por otras razones, siempre despierta encendidos debates, sobre todo por un gran desconocimiento sobre como se enfoca en el mundo científico. Rescatamos esta interesante entrevista que le hicieron a David Ayensa en el nº 77 de la Revista Secal, en la que hablábamos sobre el Bienestar en animales de experimentación. Esperamos que os guste y de un poco de luz sobre este asunto.

¿QUÉ ES BIENESTAR O QUÉ ENTENDEMOS POR BIENESTAR?

Todo el mundo habla de bienestar cuando nos referimos al mantenimiento de animales y en concreto a animales con fines científicos, pero nos enfrentamos a un término, «bienestar»; tremendamente confuso, interpretable desde diferentes puntos de vista y referido a muy distintos aspectos. Por lo que, para poder medir el nivel de bienestar en los animales y poder aplicar las medidas oportunas para mejorarlo, antes debemos tener claro de qué estamos hablando.

Etimológicamente, bienestar proviene de bien y estar, conjunto de cosas necesarias para vivir bien. El bienestar del individuo es su estado en relación a sus intentos para enfrentarse a su medio ambiente (Broom, 1986).

Podría decirse que el bienestar durante largos periodos de tiempo, podría llamarse «calidad de vida» (Broom, 2007). Sentimientos como dolor, miedo, placer en la alimentación, placer sexual … son componentes de mecanismos para enfrentarse al ambiente.

Teniendo en cuenta estos aspectos, bien podríamos afirmar que el bienestar puede variar de muy bueno a muy pobre. El concepto de las necesidades es clave para entender el bienestar animal, y las necesidades vendrán determinadas por la especie, la edad, el sexo…

Pero antes de entrar en materia estableceremos la base sobre la que cimentar nuestros argumentos, «la salud»; que será el primer indicador de bienestar. A continuación, repasaremos algunos aspectos que tendrán especial importancia a la hora de poder evaluar el bienestar de los animales, o de establecer las necesidades mediante las que podemos garantizar o mejorar el bienestar del individuo o la colonia de animales con los que estamos trabajando.

¿QUÉ NOS DICE LA LEGISLACIÓN?

Los animales utilizados con fines experimentales deberán recibir cuidados y un tratamiento adecuado. También deberán alojarse en jaulas lo suficientemente grandes y en un entorno adaptado a cada especie de conformidad con las normas que figuran en el anexo 111 de la Directiva 2010/63/UE.

Una persona competente debe realizar al menos una vez al día un chequeo de los animales. Dichos chequeos deben garantizar que todo animal enfermo o herido sea detectado y reciba los cuidados necesarios.

Los métodos de sacrificio deberán limitar el dolor, el sufrimiento y la angustia de los animales. Tan solo las personas debidamente capacitadas podrán llevar a cabo el sacrificio de los animales en el establecimiento de un criador, suministrador o usuario, según un método previsto en el anexo IV de la Directiva.

En la Directiva también encontramos los Requisitos relativos a los establecimientos y al alojamiento y al cuidado de los animales.

VALORES DE BIENESTAR

Para medir el bienestar buscaremos una serie de indicadores zootécnicos, patológicos y de comportamiento, cuyo desvío de los patrones normales nos hagan suponer un bajo bienestar o una mejora en el bienestar.

ELECCIÓN DEL ANIMAL

El conejo New Zealand White es el animal de elección, ya que está adaptado. El conejo silvestre, no está adaptado a un animalario: no puede mantenerse enjaulado, sufre un nivel de estrés importante y el manejo resulta muy complicado, por lo que no podemos plantear las mismas necesidades para garantizar el bienestar del animal.

INDICADORES

A continuación, haremos un breve repaso a los requisitos medioambientales en los establecimientos.

Renovación de aire
El objeto del sistema de ventilación es suministrar aire fresco y mantener bajo el nivel de olores, gases nocivos, amoniaco, polvo y agentes infecciosos de cualquier tipo. El dispositivo que se monte debe ser capaz de realizar 12 renovaciones por hora. El aire de cada sala se renovará a intervalos frecuentes, por ejemplo un régimen de 1 O renovaciones de aire por hora es adecuado aunque dependerá de la densidad de ocupación y del estado de las fosas (si las hay) o zona de almacenamiento de las heces, por lo que también podrían ser suficientes 6-8 renovaciones por hora o menos. La renovación permite la expulsión de los gases nocivos. La admisión de aire fresco no debería sobrepasar los 4 m’/hora por kilo de peso vivo. Como observaciones generales, se puede proyectar la ventilación evitando corrientes de aire; por ejemplo, unos muros/obstáculos pueden prevenir que el aire dé directamente sobre los animales. También se debe garantizar una baja velocidad del aire para evitar problemas respiratorios, a nivel O,1- 0,2 m/s.

Temperatura
Mantener una temperatura estable, impidiendo que ésta sobrepase el límite establecido de 25 °C.
Humedad relativa. Asegurar un % de humedad relativa constante a lo largo de todo el año (60%), procurando que la humedad no sea inferior al 50% o superior a 80%.

Ambiente
El nivel de NH, en ambiente a 8-1 O ppm ya es detectable por el olfato, por lo que podemos establecer un primer nivel de alerta en 1 O ppm que requerirá tomar acciones, como pueden ser la limpieza y eliminación de las heces si se acumulan o cambiar la ventilación. Los niveles máximos admisibles son 12 ppm de NH, en ambiente con exposiciones largas de tiempo y 20 ppm en ambientes con exposiciones cortas de tiempo. Exposiciones prolongadas de tiempo con niveles altos de amoniaco gas pueden provocar irritación de las mucosas y problemas respiratorios. Algunos estudios han demostrado la capacidad mutagénica del amoniaco en Drosophila melanogaster y en E. coli, por lo que se deduce que mantener niveles bajos de amoniaco puede ayudar a mantener la flora microbiana controlada.

Ruidos
Las instalaciones deben estar aisladas de focos fuertes de frecuencias audibles, con el fin de evitar trastornos en la conducta y la fisiología de los animales. Los ruidos súbitos pueden provocar cambios importantes en las funciones orgánicas como estrés, por lo que el personal debe estar perfectamente informado de cómo tiene que realizar sus tareas diarias: cierre de puertas, golpeo de carros, manejo de objetos contundentes, no arrastrar sacos o calzas por el suelo, hablar en voz adecuada y siempre guardando el mismo tono… Hay que prestar especial atención al personal nuevo y limitar el acceso de personal innecesario.

Iluminación
El periodo de máxima iluminación es de 16 horas de luz, y se mantiene para favorecer la reproducción en las salas de reproductores. En las salas de gazapos o mantenimiento de animales, los fotoperiodos son de 12 horas de luz y 12 horas de oscuridad. Por otro lado, una intensidad lumínica baja favorece un estado de tranquilidad en los animales y evita situaciones de estrés.

Alimentación y bebida
Los animales disponen de alimentación y bebida ad libitum. El agua tiene que ser limpia, fresca y libre de contaminación microbiológica. El pienso es granulado, de 8-15 mm de largo y 2-3 mm de diámetro. El% máximo de finos no supera el 1 %. El pienso, nutricionalmente, debe estar equilibrado y aunque el conejo admite otros valores, los que se detallan en la Tabla 2 pueden ser una referencia.

Ver entrevista completa en el siguiente enlace